El sistema educativo tradicional se basa en la época industrial. Los estudiantes eran todos enseñados del mismo modo y se esperaba que éstos se ajustaran al sistema. Frente a esto, en la actualidad, y de la mano de la tecnología como palanca, están cobrando fuerza las metodologías personalizadas de aprendizaje que se basan en la adaptación para que todos tengan las mismas oportunidades de tener éxito.
Los actuales sistemas educativos, nacidos como consecuencia de la industrialización, se encuentran organizados sobre definiciones de conocimiento, de aprendizaje y de contenidos vigentes en el momento en que se generaron (revolución industrial). La educación industrial se basaba en los sistemas de producción masiva, los estudiantes eran todos enseñados del mismo modo.
En la actualidad sabemos que estos sistemas tradicionales están obsoletos. Todos los alumnos tienen intereses, estilos de aprendizaje, puntos fuertes y conocimientos previos de la materia diferentes. Abordar las necesidades individuales de cada alumno en el aula con eficacia siempre ha sido un desafío fundamental para los educadores pero hasta ahora no disponíamos de las herramientas necesarias para poderlo implementar.
La tecnología educativa del siglo XXI puede ofrecer a los sistemas educativos las herramientas que necesitan para impulsar la evolución del enfoque estandarizado tradicional a uno que brinda enseñanza y contenidos personalizados para garantizar que se tengan en cuenta las opiniones y necesidades de cada alumno. En este nuevo contexto es donde aparece el aprendizaje personalizado como un enfoque que se adapta al ritmo, intereses, preferencias y necesidades del alumno.
Y es que, como bien planteó el psicólogo e investigador Howard Gardner en su libro titulado Múltiples Intelligencias y publicado ya en 1983, la inteligencia es la capacidad mental de resolver problemas y/o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas y no existe una única sino diversas en cada sujeto.
Y en este sentido el propósito de la escuela debería de ser desarrollar todas las inteligencias y ayudar a las personas a alcanzar metas que sean apropiadas para su inteligencia (la cual tengan más desarrollada). Las personas que son ayudadas para hacer esto, serán más comprometidas y competentes, y por lo tanto, más inclinadas a servir a la sociedad de una manera constructiva.
Texto original: http://bit.ly/1LyX8lY