A veces los profesores y maestros de las escuelas nos encontramos con situaciones en las que los alumnos nos mienten para defenderse de algo o simplemente para protegerse de las posibles consecuencias de sus actos. Algo que sin duda no es correcto y debemos tener en consideración para poder afrontar estas situaciones, pero sobre todo para trabajar la educación emocional dentro de las aulas y saber si tus alumnos dicen mentiras.
Pero para poder hacer frente a las posibles mentiras de los alumnos, primero tenemos que saber si nos están mintiendo o no, y para ello necesitamos saber algunas señales del lenguaje no verbal para poder descubrirlo (si tienes hijos o simplemente quieres saber si alguien te está mintiendo también te servirán para intuir si te están diciendo o no la verdad). ¡No pierdas detalle!
- No hay contacto ocular. Si el alumno tiene dificultades para mirarte a los ojos mientras le hablas o le resulta difícil sostener la mirada durante más de una fracción de segundo, es posible que te esté mintiendo. Los niños son por naturaleza inocentes pero empiezan a probar sus propios límites, incluidas las mentiras.
- Diferente tono de voz y entonación. Cuando una persona miente suele cambiar los tonos de voz, esto es algo que se hace de forma inconsciente por los nervios o el temor a las consecuencias, porque al mentir las cuerdas vocales se tensas o simplemente el tono de voz cambia.
- Cambios en el lenguaje corporal. Esto es más fácil de darse cuenta pero hay que estar atento ya que un niño se delata con su lenguaje corporal cuando sabe que su lenguaje no es correcto o aceptable. Por ejemplo puede moverse más de la cuenta, comerse las uñas pero sus expresiones faciales también pueden delatarle.
- Comportamiento diferente. Si de repente notas que tu alumno empieza estudiar más de lo normal en clase, está muy callado o se comporta extrañamente bien puedes aumentar tus niveles de sospecha.