Essie Childers es profesora en Blinn College en Bryan, Texas.
¿Te sientes como si estuvieras construyendo un barco mientras navegas? Hablando en sentido figurado, muchos de nosotros estamos haciendo precisamente eso. Se le pidió que se trasladara a un entorno en línea, creando una réplica de sus clases presenciales.
Enseño a los estudiantes sobre la determinación, la resistencia y el compromiso. Ahora, como educador, necesito emplear estos rasgos en el desarrollo de mis clases en línea. Tanto si es un instructor en línea veterano como si es un novato, un elemento vital en cualquier curso en línea es tener presencia y compasión.
Utilicé VisuWords, un diccionario visual y una herramienta de thesaurus, para revisar las definiciones de presencia y compasión. Como saben, la presencia es simplemente estar presente. La compasión es mostrar bondad y consideración, es la cualidad humana de comprensión.
Los estudiantes necesitan instructores que demuestren presencia y compasión, no solo en clases presenciales sino especialmente en espacios en línea. Aquí hay siete estrategias para demostrar estas cualidades en entornos de aprendizaje en línea.
El éxito comienza antes del primer día de clases. Envíe a los estudiantes una carta de bienvenida presentándose a sí mismo, su curso y los materiales necesarios para la clase.
Informe a los alumnos cuál es su método de comunicación preferido. Para los estudiantes nuevos y los que regresan, incluyo en mi carta de bienvenida instrucciones sobre cómo acceder a su correo electrónico. Sí, los estudiantes probablemente puedan acceder al programa de estudios y a otra información en el sitio web de la escuela, pero un correo electrónico personal enviará el mensaje de que te importa y que está deseando conocerlos.
Con demasiada frecuencia, los instructores asumen que todos los estudiantes saben cómo navegar por el Sistema de gestión de aprendizaje (LMS). Utilice la página de destino o la página de anuncios para compartir instrucciones sobre dónde comenzar la clase. Recuerde, no está de más mostrar ejemplos como este:
"Todo el contenido, las tareas y las actividades de los estudiantes se encuentran en la página Contenido. Para comenzar, haga clic en "Contenido" en la barra de navegación azul oscuro. Luego, mire a la izquierda y haga clic en la carpeta, "Orientación: comience aquí". Lea la información de orientación y complete todas las secciones ".
Cree videos breves y motivadores para involucrar a los estudiantes. Publico Videos Motivational Monday todas las semanas; incluyen una cita motivacional, un menú de actividades para la semana, un breve video motivacional y mi información de contacto. El video de 2 a 3 minutos comienza con unos segundos de música y los estudiantes han comentado que los videos ayudan a preparar sus mentes para la semana.
Las publicaciones de debate son una forma excelente para que los estudiantes se involucren y aprendan unos de otros. Si está calificando publicaciones de discusión, ofrezca comentarios y palabras de aliento. No podrá responder a todas las publicaciones, pero sea selectivo y asegúrese de que todos los estudiantes tengan noticias suyas.
Además, es una buena idea tener un foro de debate continuo en el que los alumnos puedan publicar preguntas sobre una tarea. Mantenga abierto el foro durante el semestre para que usted o sus estudiantes puedan responder al asunto con prontitud.
Cree un momento para tener conversaciones abiertas con los estudiantes a través de Zoom o Microsoft Teams. Si es posible, ofrezca horarios en la mañana, tarde y noche para adaptarse a los horarios y zonas horarias de los estudiantes.
Tengo charlas abiertas 2 o 3 veces durante el semestre. Los estudiantes han dicho que fue maravilloso tener la oportunidad de ver a otros estudiantes y que el profesor les pregunte: ¿Cómo estás? y "¿Tiene alguna pregunta o inquietud sobre la clase?"
Además, comuníquese con los estudiantes que necesitan una conversación personal y cumpla con su compromiso de adaptarse a ellos.
En sus publicaciones, videos o recordatorios, muestre su lado humano. Hágales saber a los estudiantes que tiene una vida fuera de la pantalla de la computadora. Establecer horarios de oficina virtuales. Reconozca que está feliz de responder a sus correos electrónicos, pero en los horarios indicados en su programa de estudios.
Si se siente cómodo, comparta historias divertidas (o tristes) con sus alumnos. Mis alumnos disfrutan cuando hablo de mis fines de semana, cocina, tradiciones familiares, etc., antes de que comience la clase. A menudo, les pregunto a mis alumnos si tienen buenas noticias para compartir; aplaudimos en respuesta a lo que comparten los compañeros. Mostrar su lado humano a los estudiantes crea un sentido de pertenencia y comodidad en su clase en línea.
Muchos estudiantes están haciendo malabares con el trabajo, los niños, los padres, problemas de salud personal y más. Muestre su compasión y sea flexible ofreciendo fechas de vencimiento extendidas cuando sea posible.
Tenga en cuenta que los estudiantes son nativos digitales cuando se trata de navegar en sus iPhones. Sin embargo, para navegar por otras áreas de la tecnología, es posible que necesiten ayuda. Grabe y publique sus conferencias para que los estudiantes puedan mantenerse conectados con la clase. Evalúe sus asignaciones y decida cuántas calificaciones puede bajar o las formas de ofrecer puntos de crédito adicionales. Todos apuntamos al mismo objetivo: los estudiantes quieren tener éxito y usted quiere que ellos también lo logren.
Mostrar presencia y compasión en su clase puede ayudar a promover el bienestar emocional a medida que los estudiantes se adaptan a su nuevo entorno de aprendizaje y otras incertidumbres. Puede marcar la diferencia incorporando estas siete sugerencias en sus cursos en línea.
Este artículo fue escrito por Essie Childers, traducido al español por Carolina Balderas.
Resumen del Artículo
Según un estudio, el 70 por ciento de los graduados universitarios se sentían listos para comenzar una carrera, mientras que menos de un tercio de los empleadores estaban de acuerdo.
Al evaluar la preparación laboral en los recién graduados universitarios, existe una desconexión importante entre los graduados universitarios y los empleadores. Según un estudio, el 70 por ciento de los graduados universitarios se sentían listos para comenzar una carrera laboral, mientras que menos de un tercio de los empleadores estaban de acuerdo. La mayoría de estos empleadores descubrieron que los graduados universitarios llegaron al lugar de trabajo sin preparación por falta de habilidades sociales. Para combatir esta brecha, las instituciones están invirtiendo más recursos en el aprendizaje en línea.
Los cursos en línea funcionan para educadores y estudiantes.
En una encuesta, solo el 31 por ciento de los estudiantes estaban "extremadamente satisfechos" con su experiencia universitaria, dejando a la mayoría de los estudiantes sintiéndose insatisfechos. Para que los estudiantes se mantengan motivados, los instructores tienen el desafío de modificar los conceptos del curso para alinearse con un mundo impulsado por la tecnología. Esto debido a que más instituciones están agregando herramientas en línea a su plan de estudios, agregando una dimensión valiosa tanto al proceso educativo como a los resultados de los estudiantes. Como resultado, los estudiantes están desarrollando habilidades de pensamiento crítico a un ritmo más rápido con comentarios que pueden usar en tiempo real.
Los graduados preparados se convierten en empleados innovadores
Las plataformas digitales están modernizando la experiencia de aprendizaje de los estudiantes, justificando su inversión en educación y llevándolos a graduarse, con las habilidades básicas necesarias para tener éxito en futuras carreras. A través del aprendizaje activo, la instrucción personalizada y la aplicación de conceptos del mundo real, los cursos digitales están capacitando a los estudiantes de hoy para ingresar a la fuerza laboral preparados para el éxito.
Para obtener más información sobre cómo sincronizar las habilidades de sus estudiantes con lo que los empleadores actuales esperan y exigen, explora nuestro libro electrónico. *El recurso está en inglés y debe completar un formulario para obtenerlo.
Artículo original escrito en inglés por Alyssa Malmquist, traducido por Carolina Balderas.
Para los instructores, la gestión del tiempo es crítica. Todos conocemos profesores que se encuentran en un constante estado de estrés. Ya sea que estén retrasados ??con la calificación, corriendo para terminar una propuesta o un artículo o hasta las 2 a.m. para preparar una presentación para la clase del día siguiente, estos instructores parecen estar jugando un juego interminable de ponerse al día.
Es agotador, por eso me alegra decir que no soy uno de ellos.
Antes de que pienses que estoy presumiendo lo humilde que soy, déjame explicarte. Mi capacidad para mantener mi vida en equilibrio comienza con un don innato para la organización, que ha sido evidente desde que tenía ocho años, cuando creé mi propia biblioteca infantil (¡completa con un catálogo de tarjetas y un sistema de préstamo!).
Desde entonces, he pensado mucho en mis métodos; He esbozado a continuación los principios más importantes y orientadores de gestión del tiempo para instructores a los que vuelvo regularmente.
Evitar la procrastinación
No es ningún secreto que la procrastinación provoca ansiedad. Entonces, me mantengo al tanto de lo que debo hacer para poder relajarme más tarde; Una de las formas en que hago esto es mantener los tiempos críticos al mínimo. Termino de planificar el plan de estudios del próximo semestre durante los períodos de inactividad en el período actual para poder disfrutar el descanso entre semestres.
Califico y devuelvo papeles o tareas dentro de una semana, por lo que no los tengo colgando sobre mí como una nube negra. Intento escalonar las fechas de entrega en mis clases, por lo que no me enfrento a una gran cantidad de tareas para calificar, que es el mayor aguafiestas que conozco.
Si bien la procrastrinación es tentadora, es la sentencia de muerte para encontrar el equilibrio como profesor universitario. Entonces, sigue el consejo de Nike y simplemente hazlo. La fecha de vencimiento de esa propuesta de conferencia no es un secreto de estado: tú sabes cuándo debe ser terminado.
Del mismo modo, sentirse completamente atado porque tienes que enseñar y terminar el trabajo del comité lo antes posible es completamente evitable. He aprendido que cuando me deshago del trabajo que prefiero posponer, puedo tomar una clase de yoga (o lavar la ropa) con la mente libre.
Trabajar estratégicamente
Trabajar estratégicamente significa agilizar. Toma tus tareas más pesadas y descubre la mejor manera de superarlas de la manera más eficiente posible. Tengo un colega que cambia sus cursos cada trimestre y lo ha estado haciendo durante 25 años. Este trabajo innecesario e ineficiente lleva a sentir presión y a no tener tiempo para disfrutar de la vida.
Si no sabes por dónde empezar, recuerda el método A-B-C. Haz una lista de todo lo que hay que hacer, ya sea para el trabajo o tu vida cotidiana. Asigna una A a las tareas que deben completarse de inmediato para evitar un resultado grave. Etiqueta las responsabilidades que pueden esperar un poco con una B. Y los elementos C pueden posponerse hasta convertirse en una B o una A.
Pon límites
Los instructores están bajo presión para desarrollar una carrera y, a menudo, lo hacen al ofrecerse como voluntarios para un trabajo adicional, permanecer más tiempo que las horas de oficina para acomodar a los estudiantes o asistir a una conferencia para la que realmente no tienen tiempo.
Pero nuestros trabajos consumen fácilmente el tiempo familiar, el tiempo de diversión y el tiempo de inactividad, por eso es importante establecer límites. Ya no escribo cartas de recomendación para estudiantes que no recuerdo o que no puedo apoyar de todo corazón. También solo rehago las tareas que no funcionan.
Artículo original por: Janet Mizrahi en inglés, traducido por: Perla Avila
Hablamos sobre cómo gestionan su tiempo las personas más productivas y damos las claves para crear listas de tareas que te harán ser más organizado.
Todos conocemos a esa persona que consigue realizar múltiples proyectos, salir con su familia y amigos, tener relaciones personales, ir al gimnasio, etc. Estas personas hiperproductivas no trabajan más horas que nadie, sino que se organizan mejor. Por eso, hoy hablamos sobre cómo es posible gestionar el tiempo para ser más productivo, y también sobre cómo podemos crear listas de tareas que nos ayuden con nuestro día a día.
El periodista de The New York Times y ganador de un Pulitzer, Charles Duhigg, se ha pasado años investigando lo que hace que algunas personas y equipos sean más productivos que otros. Ha publicado sus descubrimientos en su libro Smarter Faster Better, y ha hablado sobre todo esto en un episodio de The Growth Show que compartimos a continuación.
¿Cuál es el secreto para construir un equipo más productivo, una carrera o una vida?
¿Cómo puede una persona sacar tiempo para su profesión, sus hobbies, sus amigos y su vida familiar y continuar siendo una persona relajada? Según Duhit, las personas productivas gobiernan sus propias mentes en formas que muchos de nosotros no hacemos. Ellos ven las elecciones que muchos de nosotros no sabes ni que están ahí, de forma que hacen muchas más cosas con menos estrés y sin perder tiempo.
Duhig aporta algunas claves para que las personas que no son productivas y quieren serlo, comiencen a trabajar de forma más inteligente, rápida y mejor. El factor principal para esto es crear listas de tareas mejores, porque seguramente que las estás haciendo mal.
Con el objetivo de mejorar la productividad, seguramente que ya estás acostumbrado a crear listas de tareas. Este ya es un paso en el buen camino. Existen muchas estrategias y pruebas para ayudarte a crear listas de tareas increíbles, pero el enfoque de Duhigg sugiere que podemos estar en la dirección equivocada.
De esta forma, el modo en el que la mayoría de la gente procede a crear listas de tareas es comenzando por tareas de bajo impacto y bajo mantenimiento, y dejando las más desmoralizantes para el final. Normalmente, la gente quiere tachar las tareas de la lista lo antes posible porque así se sentirán mejor. Como resultado, mucha gente pone las tareas más sencillas al principio y espera ganar algo de gratificación al instante.
Los psicólogos se refieren a esto como una forma de crear listas de tareas para la reparación del humor. Para combatir esto, Duhigg sugiere seguir un proceso en tres sencillos pasos para crear listas de tareas mejores.
Esto puede ser algo que puede variar desde pensar en una nueva estrategia de promoción, a organizar tu cocina, por ejemplo. Hay que pensar en la imagen completa.
Al mantener este objetivo principal al principio de la página en la que quieres crear tu lista de tareas, nunca pierdes de vista tu prioridad más importante del día. Esto te ayuda a asegurar y completar las tareas de forma que vas dirigido a completar este objetivo final.
Estos objetivos globales pueden resultar intimidantes. Al dividirlos en piezas pequeñas y alcanzables, se convierte en mucho más fácil poder conseguir progresos en la dirección correcta. Para empezar, debes tratar de determinar lo que eres capaz de conseguir en un periodo particular de tiempo, y luego evaluar de qué forma vas a medir el progreso. Dahigg utiliza los objetivos SMART (Específicos, medibles, alcanzables, realistas, puntuales), para conseguir establecer estos pequeños pasos.
¿Qué es lo que aprendemos aquí? Si quieres acercarte de forma más rápida a tu objetivo global del día, tómate un minuto extra para re-trabajar tu lista de tareas. Este pequeño pas puede ayudarte a acentuar tu productividad, pero también elimina ese sentimiento ansioso que tienes cuando quieres posponer o dejar para más tarde las cosas.
Como ves, crear listas de tareas adecuadas a tus objetivos principales puede hacer que seas más productivo y puedas así organizar mejor tu tiempo. De esta forma, podrás combinar mejor tu vida laboral, con tus amigos, tus hobbies y tu vida familiar, sin la necesidad de estar estresado o agobiado. El truco está en tratar de ver lo que se quiere conseguir en un día de forma global, centrándote en lo más importante y en cuál es el objetivo principal que debes conseguir en el día.
No pierdas más tiempo y comienza a crear listas de tareas de la mejor manera para ser más productivo en tu día a día.
Texto original: http://goo.gl/afOipS
Probablemente llevas años tomando apuntes en clase pero ¿te has planteado alguna vez si realmente lo haces de manera correcta?
Tomar apuntes en clase no consiste en plasmar por escrito todas y cada una de las palabras que el profesor dice en su explicación sino en recoger los puntos principales de manera que seamos capaces de recordar la información importante cuando estemos estudiando.
A fin de cuentas, el contar con unos buenos apuntes jugará un papel muy importante de cara a tu nota final, por lo que merece la pena que te pares por unos instantes y reflexiones sobre tu proceso de toma de apuntes para ver si puedes mejorarlo de alguna manera. Acostumbrarte a generar tus apuntes de la manera adecuada y siguiendo las mejores prácticas no solo te ayudará a obtener mejores resultados este curso sino también el siguiente, el siguiente y todos los demás de tu vida de estudiante.
#1 Método Cornell
El método Cornell es una de las técnicas más populares para tomar apuntes y consiste básicamente en dividir nuestros apuntes en 3 secciones principales.
La columna derecha corresponde al área general donde el alumno debe reflejar las ideas más importantes que el profesor va explicando durante la clase. Es importante que intentemos resumir lo máximo posible y que seamos inteligentes a la hora de escribir.
El área izquierda sirve para ir completando los apuntes principales, escribiendo notas al margen que nos ayuden a comprender y a relacionar las distintas partes de nuestros apuntes. Esta sección puede desarrollarse durante la propia clase o al final de la misma.
El área inferior debe dejarse en blanco durante la clase, ya que está pensada para ser usada cuando estemos repasando/estudiando. En este momento, no tendremos la presión de seguir el ritmo de la clase y escribir rápido, por lo que debemos intentar elaborar un pequeño resumen de los puntos clave en la hoja de apuntes y dotarlo de una mayor organización.
#2 Método de la página dividida
Este método tiene ciertas similitudes con el anterior aunque, realmente, sigue un principio totalmente diferente. La idea es dividir la página verticalmente en dos secciones: las ideas principales y las secundarias.
Así, mientras tomamos apuntes, vamos organizando de manera simultánea nuestra materia. Este método puede requerir algo de adaptación al principio pero, a largo plazo, nos ayudará a optimizar mejor nuestro tiempo a la hora de estudiar usando nuestros apuntes.
#3 Las Supernotas
Este método se basa en la utilización de recursos visuales para aprovechar la forma natural en la que el cerebro procesa la información.
Consiste en utilizar una gran cantidad de dibujos, gráficas, esquemas, etc. de manera que vayamos siguiendo la explicación de manera secuencial sin necesidad de escribir párrafos largos.
La utilización de colores y otros elementos visuales como letras de distintos tamaños también favorece las conocidas como super notas. En este sentido, los mapas mentales se están convirtiendo en uno de los recursos más extendidos para este tipo de apuntes, ya que permiten desarrollar ideas y conexiones de manera sencilla a la vez que visual.
La herramienta de Mapas Mentales de ExamTime incluye la función Convertir en Apuntes que posibilita mover toda la información de un mapa mental a unos apuntes mediante un solo clic, para así desarrollarlos más en profundidad de manera posterior a su creación.
#4 Símbolos y Abreviaturas
No importa que método usemos para tomar apuntes, siempre habrá ocasiones en las que no podremos mantener el ritmo de la clase y nuestras muñecas empezarán a dolernos de tanto escribir. Conviene, por tanto, que desarrollemos nuestro propio lenguaje de símbolos para escribir lo máximo con el mínimo esfuerzo. Una vez acabada la clase, siempre podremos traducir los apuntes pero, durante la clase, esto nos puede sacar de más de un aprieto.
As a classroom teacher, nurturing a love of reading in my students was almost an obsession. This continued when I had a child. Here are twelve ways to nurture a love of reading in kids.
1. Reflect on reading. We will only do things that we enjoy doing or feel are worth it. When kids have a positive reading experience -- one in which they learned something or felt deeply engrossed in a story -- guide them to name those positive experiences. They need to think and talk about the experience, to mentally register the positive impact, as this may motivate them to repeat the activity.
2. Listen to audiobooks. There are so many benefits we can glean from listening to audiobooks. We can set aside the mechanical skills we need to read and just focus on plot, characters, and accents; we can lose ourselves in a story. For struggling readers, this is a treat. This is one way to give them occasional access to age-appropriate texts and to get them hooked into reading.
3. Identify reasons for reading. We aren't going to do something we don't see a purpose for doing. The more we can engage kids in thinking about why they're doing something, the more chances we have of increasing their investment. When I taught middle school, at the beginning of the school year, I always did an activity called, "Why Read?" I asked students to generate as many reasons as they could think of for why we should read. It was fun. I challenged each class to come up with more reasons than the other classes (a light, competitive element generated sixth-grade energies). We kept these up on the wall all year.
4. Generate excitement about words. When reading with kids, identify a word or two per reading session that you can get them excited about, a new word, one that they might, or might not, want to use. Find the joy in discovering a new combination of sounds, of a word that precisely describes a feeling or place. Then, repeat it aloud, and use it in different ways. Just play with it, and have fun. Don't identify too many words per reading session, just one or two will do. Reading is all about words. (On that note, for younger kids, see this beautiful picture book, The Boy Who Loved Words.)
5. Learn about what boys need. My approach to teaching reading in middle school changed radically after I read, Reading Don't Fix No Chevys: Literacy in the Lives of Young Men by Michael Smith and Jeffrey Wilhelm. As I implemented ideas based on this book, I saw my male students' interest and appreciation for reading skyrocket. I've applied these same ideas while raising my son. Essentially, it's offering them lots of nonfiction and texts that have practical application -- and it has worked for my son, too.
6. Read educational graphic novels. Offer kids a variety of genres, including educational graphic novels. Two very popular and exceptionally well-written graphic novels are: Resistance, a three-part graphic novel about the French resistance to the Nazis, and Boxers and Saints by Gene Luen Yang, a three-part graphic novel about the Boxer Rebellion. My son has read each of these several times.
7. Read books over and over. Many young children love hearing the same book over and over. Continue this practice as kids get older. Give older kids permission to read books again and again. Ask them what they're experiencing as they reread books: What new insights do they get from the story? How do they see things differently? What did they appreciate this time?
8. Ask kids for their opinion. Ask kids how you think you could nurture their love of reading. Engage them in this process as an active participant. Ask them what gets them excited about reading, what makes them love it. The next suggestion was my 12-year-old son's suggestion when I asked him for his opinion.
9. Talk about the story. During the story, stop and talk with kids about what's happening. Talk about the characters. Ask them to make predictions. Ask them to make connections. These are all basic reading comprehension strategies, but they are also strategies to get kids more deeply engaged in the reading.
10. Teach kids how to read. When I began teaching sixth grade, I undertook a three-year action research project about how I could nurture a love of reading in my students. One of the unexpected findings I arrived at was that I needed to make sure I was explicitly teaching my students how to read. Appreciating narratives, words, character development, or whatever we learned from nonfiction texts wasn't enough. My kids wouldn't love doing something that was really hard. I had to make sure I knew their reading levels and that I helped them fill the gaps in their reading skills.
11. Model being a reader. Teachers and parents: read in front of your kids. Talk about reading. Talk about why you read. Make connections between your life and the world and things you've read. Model how reading enriches your life -- maybe through your ability to read recipes, or to assemble a piece of furniture, or to research a question on the internet.
12. Take fieldtrips related to reading. Go to the library for a field trip, (or go on the weekends, parents). Go to a bookstore just to hang out and browse the books. Walk around and talk to kids about what you're seeing in the library or bookstore. What calls your attention? Which titles? Which book covers? Ask them what they notice. Read the backs of books. Get excited. Flip through books. Wander into a section you'd never go to. Send kids on a treasure hunt: find a book about stamp collecting, find a book about ancient Rome, find a memoir by someone with whom you have something in common.
See original text: http://goo.gl/dcDvyp
Los docentes saben lo difícil que puede ser que los alumnos logren entender las matemáticas, por eso te recomendamos los siguientes recursos que no sólo los ayudará a poner en práctica sus conocimientos sino que les enseñará que las matemáticas tienen una aplicación útil en la vida diaria.
EducaPlus: Fracciones. Se trata de una biblioteca de juegos para trabajar las fracciones, hay diferentes niveles y dificultades según el grado escolar. Además de ser una gran herramienta que ayuda a percibir visualmente las fracciones, además de su representación en decimales.
Intef: Fracciones. ¿Sabías que una botella medio vacía es lo mismo que una botella medio llena? Este divertido juego está lleno de datos curiosos, ejercicios prácticos, recursos para maestros, exámenes, y mucho más.
Operaciones con fracciones: Con este juego los niños aprenderán a entender el concepto de fracción, realizarán operaciones con fracciones (sumas, restas, multiplicaciones, comparaciones), y al final podrán poner en práctica sus conocimientos resolviendo problemas.
Fracciones algebráicas: Una recurso muy completo, ya que tiene desde lecciones y exámenes, hasta fichas para poder repasar la información que sea necesaria.
Libros vivos: Las Fracciones: Una herramienta que te permitirá profundiza en el aprendizaje de las fracciones a partir de ejemplo de la vida real. Consta de varias secciones para aprender a resolver operaciones con fracciones: suma, resta, multiplicación, división, potencia y raíz cuadrada. Además tiene material complementario para los maestros. También hay ejercicios prácticos para que pongas a prueba a tus alumnos.
Mundo Primaria: Juego de cantidades. Juego de matemáticas, desarrollado para alumnos de 5to de primaria, que sirve para afianzar los conocimientos en cuando a calcular operaciones fraccionarias. Además los ayudará a mejorar su velocidad de cálculo.
Freddys Fraction: Otra aplicación móvil que enseña las fracciones a través de un divertido juego submarino. Se trata de conseguir todas las fracciones o números decimales que sean mayores o
menores que la fracción que se indique. Mientras vayamos ganando puntos podremos canjearlos por poderes que nos ayudarán a avanzar más rápido y seguro por los diferentes niveles del juego.
Ethans Fraction Game: ¿Qué mejor manera para enseñar matemáticas que convirtiendo las fracciones en pizza? Esta app hace exactamente eso, este juego consiste en ayudar a Ethan, un repartidor de pizzas, a expresar las fracciones en las que se ha cortado la pizza que tiene que entregar. Esta disponible también para Android.
Texto original: http://goo.gl/XUyQ3f
At Walter Bracken STEAM Academy Elementary, a Title 1 magnet school in urban Las Vegas, Nevada, educators have created a culture of reading by introducing Series Reading across all grade levels.
"Kids are hungry to read," explains Anna Hurst, Walter Bracken's assistant principal. "They come in on a Friday and ask me, 'Can I check out two books?' because they want to take two books home on the weekend."
The Series Reading program supplements curriculum. "That reading program gives me more hours than any other teacher," says Klaus Friedrich, a Walter Bracken fifth-grade teacher. "I feel like I'm at a higher-level middle- or high-school ability with them as far as understanding plot, character development, complexity, and style because I'm not spending a lot of time on fluency."
When students read a series:
For ELL students:
"They read tons of series each year, and they just don't stop," says Katie Decker, Walter Bracken's principal. We found this magical thing where they were talking about characters and comparing and contrasting in the hallway.
Every staff member at Walter Bracken -- from teachers to administrators to nurses -- chooses a series that will be in their office or classroom. Students have to visit these spaces again and again to check out books from their series. This allows each staff member to:
"I keep over 17 series in my office. My office is their office," says Decker, and I want the children to know that I value literacy and those are my favorite book series, too.
To get started, Decker recommends:
Walter Bracken teachers initiate a benchmark test using the Accelerated Reader (AR) program, and they use AR quizzes to test students on their comprehension after they finish each book. This assessment helps teachers to know whether or not their students understand what they're reading.
With this benchmark, students get to read at their level, differentiating their learning, and they can choose which series within their level they want to read. Teachers use colors to represent each reading level. They put colored dots (pink, blue, orange, etc.) on the spines of each book so that students know whether the books are within their reading level. They also have a website listing each series by grade level and color code to help students decide which series to read next.
For teachers who want a low-cost alternative to AR, Decker recommends:
Students at Walter Bracken are acknowledged and rewarded when they achieve their reading goals. Their progress is tracked through the Accelerated Reader program. AR assigns points to students based on how much they have read and the level of difficulty at which they're reading, and teachers use this data to gamify students reading.
For lower elementary, students are motivated to read at first because they're excited to get the rewards, like trophies or wearable trinkets. As they get older, it becomes less about the incentives. The rewards help build the habit of reading, but it's the reading itself that engages the students.
"The books entice the kids to read," explains Decker. Once they get into the characters, they get excited about it. The conversations with the adults on campus, the conversations with their peers about the series -- that entices them to read.
"Sometimes the books are so interesting that I actually feel that I'm in the book," says Braulio, a Walter Bracken fourth-grade student.
These are some of the school-wide rewards that students earn:
Walter Bracken purchases their rewards at fitnessfinder.net and orientaltrading.com. For a low-cost alternative, Decker suggests hanging a chart on your classroom wall to showcase which series your students have completed. The school also asks their graduating fifth-grade students to donate their charms back to the school. Most kids do, and those charms can be cleaned and reused.
When Walter Bracken first created the Series Reading program, the younger students would spend ten minutes looking at all the covers trying to find the right book, because they didn't know which book in the series came next.
Teachers solved the problem by creating series bookmarks (PDF). Each book series has its own bookmark displaying the titles and covers of each book. This helps students easily identify the order of the books within a series, helps them keep track of which ones they've read, and is also a place to record their AR score for each book.
When each student begins reading, they get a face bookmark. Completely unrelated to the popular social media site, these are bookmarks showing the student's face, his or her room number, and the teacher's name on the front. The back of the bookmark is full of blank lines for students to fill in which series they've completed.
At a glance, this helps teachers to identify how far their students are in their reading, and it also helps staff track which students have their books when they need to collect them at the end of the year. These face bookmarks serve as sign-out slips. When students check out a book, they leave their face bookmark with the staff.
See original text: http://goo.gl/EmQo1H
As a classroom teacher, nurturing a love of reading in my students was almost an obsession. This continued when I had a child. Here are twelve ways to nurture a love of reading in kids.
1. Reflect on reading. We will only do things that we enjoy doing or feel are worth it. When kids have a positive reading experience -- one in which they learned something or felt deeply engrossed in a story -- guide them to name those positive experiences. They need to think and talk about the experience, to mentally register the positive impact, as this may motivate them to repeat the activity.
2. Listen to audiobooks. There are so many benefits we can glean from listening to audiobooks. We can set aside the mechanical skills we need to read and just focus on plot, characters, and accents; we can lose ourselves in a story. For struggling readers, this is a treat. This is one way to give them occasional access to age-appropriate texts and to get them hooked into reading.
3. Identify reasons for reading. We aren't going to do something we don't see a purpose for doing. The more we can engage kids in thinking about why they're doing something, the more chances we have of increasing their investment. When I taught middle school, at the beginning of the school year, I always did an activity called, "Why Read?" I asked students to generate as many reasons as they could think of for why we should read. It was fun. I challenged each class to come up with more reasons than the other classes (a light, competitive element generated sixth-grade energies). We kept these up on the wall all year.
4. Generate excitement about words. When reading with kids, identify a word or two per reading session that you can get them excited about, a new word, one that they might, or might not, want to use. Find the joy in discovering a new combination of sounds, of a word that precisely describes a feeling or place. Then, repeat it aloud, and use it in different ways. Just play with it, and have fun. Don't identify too many words per reading session, just one or two will do. Reading is all about words. (On that note, for younger kids, see this beautiful picture book, The Boy Who Loved Words.)
5. Learn about what boys need. My approach to teaching reading in middle school changed radically after I read, Reading Don't Fix No Chevys: Literacy in the Lives of Young Men by Michael Smith and Jeffrey Wilhelm. As I implemented ideas based on this book, I saw my male students' interest and appreciation for reading skyrocket. I've applied these same ideas while raising my son. Essentially, it's offering them lots of nonfiction and texts that have practical application -- and it has worked for my son, too.
6. Read educational graphic novels. Offer kids a variety of genres, including educational graphic novels. Two very popular and exceptionally well-written graphic novels are: Resistance, a three-part graphic novel about the French resistance to the Nazis, and Boxers and Saints by Gene Luen Yang, a three-part graphic novel about the Boxer Rebellion. My son has read each of these several times.
7. Read books over and over. Many young children love hearing the same book over and over. Continue this practice as kids get older. Give older kids permission to read books again and again. Ask them what they're experiencing as they reread books: What new insights do they get from the story? How do they see things differently? What did they appreciate this time?
8. Ask kids for their opinion. Ask kids how you think you could nurture their love of reading. Engage them in this process as an active participant. Ask them what gets them excited about reading, what makes them love it. The next suggestion was my 12-year-old son's suggestion when I asked him for his opinion.
9. Talk about the story. During the story, stop and talk with kids about what's happening. Talk about the characters. Ask them to make predictions. Ask them to make connections. These are all basic reading comprehension strategies, but they are also strategies to get kids more deeply engaged in the reading.
10. Teach kids how to read. When I began teaching sixth grade, I undertook a three-year action research project about how I could nurture a love of reading in my students. One of the unexpected findings I arrived at was that I needed to make sure I was explicitly teaching my students how to read. Appreciating narratives, words, character development, or whatever we learned from nonfiction texts wasn't enough. My kids wouldn't love doing something that was really hard. I had to make sure I knew their reading levels and that I helped them fill the gaps in their reading skills.
11. Model being a reader. Teachers and parents: read in front of your kids. Talk about reading. Talk about why you read. Make connections between your life and the world and things you've read. Model how reading enriches your life -- maybe through your ability to read recipes, or to assemble a piece of furniture, or to research a question on the internet.
12. Take fieldtrips related to reading. Go to the library for a field trip, (or go on the weekends, parents). Go to a bookstore just to hang out and browse the books. Walk around and talk to kids about what you're seeing in the library or bookstore. What calls your attention? Which titles? Which book covers? Ask them what they notice. Read the backs of books. Get excited. Flip through books. Wander into a section you'd never go to. Send kids on a treasure hunt: find a book about stamp collecting, find a book about ancient Rome, find a memoir by someone with whom you have something in common.
See original text: http://goo.gl/IAWYLz
Saber escribir bien, conocer las reglas de ortografía y redacción, es indispensable para poder triunfar en el mundo profesional. Aquí te damos algunos consejos para corregir o mejorar tu forma de escribir.
Para escribir se necesita una hoja de papel, una pluma y algo que se quiera decir. Pero el qué se quiere decir siempre debe de tener un modo, o si no el mensaje mismo puede sufrir. Escribir mal una palabra, colocar mal un signo de puntuación, falta de lógica en lo escrito, dice mucho de nuestra educación y de nosotros como persona.
Te compartimos algunos consejos que puedes poner en práctica para mejorar tu escritura.
1. ¿Qué quieres decir? El primer paso, incluso antes de empezar a escribir, es saber qué es lo que quieres decir, a quién lo quieres decir, y cómo vas a decirlo. Esto ayudará a que tu texto tenga una congruencia y lógica, haciendo que tus opiniones se comuniquen con mayor facilidad. Hazte estas preguntas antes de comenzar: ¿Qué quiero decir? ¿Cuál es el argumento central de mi texto? ¿Para quién es mi texto? ¿Por qué lo quiero escribir? y ¿Cómo lo quiero comunicar?
2. Conoce a tu lector. El estilo del texto depende a quién vaya dirigido. Un texto académico debe ser serio, bien fundamentado, siguiendo las estructuras de los géneros, la redacción y ortografía debe ser impecable, etc. Si, en cambio, se trata de una carta personal el tono puede ser humorístico, con un vocabulario casual, incluso se pueden utilizar abreviaciones coloquiales.
3. Atrápalos con el título. La primera frase de cualquier texto es el título, y es éste el que debe atraer y cautivar la atención del lector. Se aconseja que sea sencillo, relacionado con el tema y que cree interés.
4. No olvides la estructura. La mayoría de los textos escritos tienen una estructura predeterminada, y más cuando se tratan de trabajos escolares o presentaciones profesionales; es importante conocer la estructura básica de ellos, incluso cuando se realiza un texto creativo es importante que tenga una estructura reconocible para su lector. La estructura es la base que da coherencia al texto y permite que los otros puedan acceder a cualquier texto sin problema.
El ensayo es el tipo de texto más utilizado, recuerda que su estructura es la siguiente:
5. Respeta el ordena de las oraciones. El orden básico de una oración es sujeto-predicado. Recuerda que el sujeto y el verbo nunca deben estar separados por una coma. Es común encontrar oraciones muy extensas en las que se difumina esta estructura y provoca confusión, es preferible construir frases cortas y concisas.
6. Los signos de puntuación son importantes. La puntuación es una herramienta esencial para dar claridad y fluidez a la lectura de tus ideas. Las confusiones ocurren, en su mayoría, por el mal o nulo uso de los signos de puntuación, por ejemplo la siguiente frase tiene significados totalmente disímiles:
¡Vamos a comer niños!
¡Vamos a comer, niños!
A continuación una lista de los signos de puntuación más utilizados y cuando deben ser utilizados:
7. Procura tener un vocabulario variado. Repetir las mismas palabras o frases a lo largo del texto o incluso dentro del mismo párrafo puede aburrir o desinteresar a tu lector. Una manera de lograr esto es recurrir al uso de sinónimos; si no eres bueno con esto, hay muchos diccionarios en línea que te pueden ayudar:
8. Utiliza nexos. Es importante que tus oraciones y párrafos estén bien relacionados unos con otros, pues esto evita interrupciones bruscas entre una idea y la siguiente; además cuando son bien utilizados facilitan la tarea de escritura. Los más frecuentes son: y, que, ya, pero, sino, sin embargo, es decir, esto es, mientras que, como, de tal modo, por lo que, aunque.
9. No uses adjetivos de más. Si bien los adjetivos sirven para hacer un texto más descriptivo, en el extremo, resultan abrumadores. Pero ¿cómo saber cuando son o no son necesarios?, hazte las siguiente preguntas: ¿El adjetivo describe de manera adecuada al sustantivo? Si la respuesta es sí, ¿es preciso ese adjetivo para que el lector comprenda la idea?
10. Sé preciso. Evita el uso de palabras vagas o genéricas como: cosa, algo, asuntos, bueno o rico para referirte a objetos o situaciones. La gran mayoría de estas palabras pueden ser sustituidas por una palabra más precisa que comunique mejor la idea.
Texto original: http://goo.gl/82viio
Hoy vamos a hablar sobre las mejores tácticas para memorizar más rápido. Seguro que te pueden venir genial para estudiar. ¡No te los pierdas!
Son muchos los que se echan a temblar cada vez que llegan los exámenes. Por eso, conocer algunos trucos y tácticas para memorizar más rápido puede ser de lo más útil. Hoy vamos a hablar sobre algunas de esas tácticas para memorizar que pueden hacer que pases un examen con buena nota.
Se trata de una regla mnemotécnica muy sencilla que puede ayudarnos a memorizar datos a partir de la creación o invención de una historia, cuento o refrán, por ejemplo. Esta es una de las tácticas para memorizar que puede ser más interesante si lo que tienes que aprenderte son números largos. El ejemplo que nos da Universia y que comparto a continuación puede hacer que lo entiendas mejor. En este caso, podemos utilizar esta técnica para memorizar números, fechas o algo parecido a lo siguiente: 007 727 180 7 10 2230 2300 2. De lo que se trataría aquí sería de crear una historia, como por ejemplo:
El agente 007 subió al avión 727. Se encontró con una una azafata de 1.80 y decidió pedir un 7 up para poder hablar con ella. Vio su reloj y eran las 10. El avión aterrizaba a las 22:30, la invitó a salir y quedaron a las 23:00. Cenaron y charlaron hasta las 2 de la madrugada.
Otra regla mnemotécnica muy utilizada es la técnica de la cadena. Consiste en relacionar las palabras que nos queremos aprender, con una frase que nos inventaremos. Esto puede resultar muy útil, sobre todo, a la hora de aprenderse listados. Podemos utilizar esta técnica en el caso de tener que memorizar elementos como los siguientes: Litio, Berilio, Boro, Carbono, Nitrógeno, Oxígeno, Fluor, Neón. En este caso, con el objetivo de aprender más fácilmente esta lista de palabras, tendríamos que crear una frase como La BBC no funciona, que se basa, principalmente, en una oración creada a partir de las iniciales de cada palabra, más o menos.
Esta es otra de las tácticas para memorizar más utilizadas, y de la que seguro que has oído hablar. Se trata de crear una palabra o frase, real o inventada, que sea fácil de recordar, y que esté relacionada con el contenido y significado del tema que tratamos de memorizar. Como puedes ver, es algo muy parecido a lo que se hace en la técnica comentada anteriormente. Por ejemplo, las palabras Aratota Puental, pueden ayudarte a recordar algunos de los sitios por los que pasa el recorrido del río Tajo: Aranjuez, Toledo, Talavera de la Reina, Puente del Arzobispo y Alcántara.
Esto es algo que resulta muy obvio, ya que resulta mucho más sencillo recordar un texto, cuando se comprende lo que está escrito en el mismo. Por eso, antes de tratar de memorizar, lo mejor es intentar entender a la perfección el tema que estamos leyendo. De esta forma, luego es más sencillo transmitirlo en un examen con tus propias palabras, de forma que se ve que lo sabes y lo has entendido.
Parece increíble, pero aún existen asignaturas o profesores que quieren que en el examen reproduzcas los temas exactamente igual a como están en el libro o los apuntes. Para ello, lo que mejor funciona es repetir el texto una y otra vez hasta que te lo aprendes de memoria.
Esto va muy en relación con la comprensión. Una vez que lees un texto y quieres memorizarlo, lo mejor es entenderlo. De esta forma, a partir de ahí, puedes crear esquemas que te ayudarán a tenerlo más estructurado y recordarlo mejor.
Para algunas personas es mejor utilizar una técnica como la de la visualización. Consiste en relacionar la información que tratas de memorizar, con una imagen. De este modo, resulta mucho más sencillo recordar la imagen, y a partir de ahí, el resto de la información con la que la has relacionado.
Como puedes ver, existen muchas tácticas para memorizar, de las que seguro que encuentras la que te puede resultar más útil. Se trata de probar y ver cual de ellas puede encajar mejor con tu forma de estudiar. Recordar textos puede resultar muy complicado para muchas personas, y con la presión de los exámenes puede serlo todavía más. Por eso, buscar alguna técnica que permita facilitar el proceso es la mejor manera de tener menos problemas a la hora de aprenderse las lecciones. ¿Qué técnica utilizas para memorizar?
Texto original: http://goo.gl/soZA4z
En México aún no se ha adquirido un gusto claro por la lectura, pero tal vez al conocer más beneficios te animes a aventarte a tu próxima aventura literaria.
Es incuestionable que todos conocemos algún beneficio de la lectura. Desde que aprendimos a leer, sabemos muy bien que cada vez que leemos nuestra mente adquiere una expansión inigualable. Uno de los mayores obstáculos entre nosotros y nuestros libros siempre ha sido el tiempo, que tal vez usamos como excusa para dedicar más de él a navegar en internet, redes sociales o ver series en la TV.
Se dice que para lograr crear un hábito se tiene que hacer algo durante 90 días seguidos, pero creo que lo primero que debe suceder es adquirir el gusto por ese algo. Con suficiente información, podemos sustentar nuestro gusto por la lectura, ya que cuando leemos, no sólo nos perdemos en el mundo de la narrativa del libro, sino que también empiezan a suceder cosas muy interesantes en nuestra psique.
Por lo pronto, aquí dejo los números sobre la lectura en México para que empecemos por diferenciarnos de las estadísticas y a contribuir a nuestra in-formación personal. Después presentamos una lista de los beneficios comprobados científicamente por adquirir el gusto de la lectura:
1. Aumenta la inteligencia
Como Dr. Seuss escribió alguna vez: Entre más leas, más cosas sabrás. Entre más aprendas, más lejos llegarás. Bucear en un buen libro abre todo un mundo de conocimiento a partir de una edad muy joven. Los libros para niños exponen a los niños a un 50% más de palabras que la televisión en horario estelar.
2. Aumenta la capacidad cerebral
Al igual que ir a correr fortalece el sistema cardiovascular, la lectura regular mejora la función de la memoria, dando al cerebro un buen ejercicio. Con la edad viene una disminución de la memoria y la función cerebral, pero la lectura regular puede ayudar a retrasar el proceso, manteniendo la mente más aguda más tiempo.
3. La lectura te hace más empático
Perderse en una buena lectura puede agilizar tu capacidad de relacionarte con los demás. La ficción literaria, concretamente, tiene el poder de ayudar a sus lectores a entender lo que otros están pensando al leer las emociones de otras personas, según un estudio publicado en Science.
4. Puede ayudar a combatir el Alzheimer
La lectura pone a tu cerebro a trabajar, y esto es algo muy bueno. Los que dedican sus cerebros a actividades como la lectura, ajedrez o acertijos podrían tener 2.5 veces menos probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que aquellos que pasan su tiempo libre en actividades menos estimulantes.
5. La lectura te ayuda a relajarte
Hay una muy buena razón para acurrucarse con un buen libro (y tal vez una copa de vino) después de un largo día: suena tan atractivo ¿no? Una investigación de la Universidad de Sussex sugiere que la lectura puede funcionar como un potente reductor de estrés.
6. La lectura antes de acostarte puede ayudarte a dormir
Crear un ritual antes de dormir, como leer, le envía señales a tu cuerpo de que es hora de relajarse, según la Clínica Mayo. Elimina las pantallas de tu ritual pre-cama, ya que el cuerpo detiene la producción de melatonina y es muy probable que te tardes en caer en un sueño profundo.
7. La lectura es contagiosa
75% de los padres desean que sus hijos lean por diversión, y aquellos que quieren animar a sus hijos a convertirse en ratones de biblioteca pueden empezar por leer en voz alta en casa. Más de 40% de lectores frecuentes adultos empezaron su rutina de lectura de los 6 a los 10 años a través de la voz de sus padres. La hora del cuento ofrece una buena manera de despertar el interés en la afición.
Texto original: http://goo.gl/uzq1qH
La universidad es una etapa muy importante para tu carrera y por eso siempre será bueno entenderla como proceso más que como finalidad. A continuación, una serie de consejos que podrían servirte para aprovechar al máximo tu experiencia.
1. Todo se resume al trabajo de investigación
Cuando te pidan hacer un trabajo, estudia con cuidado, sobre todo los lineamientos y las fechas de entrega. ¡No esperes a estar a mitad de semestre para comenzar un trabajo importante! Una rutina que te permita avanzar progresivamente te evitará crisis de última hora.
2. Los exámenes no son como los de la preparatoria
La mayoría de las universidades te exigirán ser crítico y aplicar tus habilidades. Aunque la memorización puede ser parte de tus exámenes, no es el único método. Preparar por anticipado y someterte a sesiones de estudio constantes será siempre de gran ayuda para tu desempeño.
3. Visita a tus profesores y asesores
Tómate el tiempo necesario para que los profesores sepan que te importan sus clases y para que al mismo tiempo, generes un diálogo que te permita conocer más a fondo qué estás estudiando.
4. Pon atención a lo que tu profesor escribe.
Mira su forma de actuar: esto te puede ayudar con alguna pista cuando haga énfasis en algún tema. Es muy probable que eso que resalta tanto en clase sea algo que va a venir en el examen.
5. La escritura importa
La mayoría de los profesores esperan que sepas cómo escribir. Esperan que sepas expresar tus ideas de forma clara. Si no te sientes a gusto con la manera en que te expresas, toma un curso de redacción o sé sincero y pregunta. Siempre es bueno un proceso de retroalimentación con quien se encarga de evaluarte.
6. Buenos modales
Cuando le mandes a un profesor un mail, mensaje de texto o le llames por teléfono, usa un lenguaje propio y correcto. En la universidad las primeras impresiones se hacen por lo general por comunicación escrita.
7. Haz más de lo que esperan de ti
Para bien o para mal, nuestro trabajo es un crisol a través del cual los demás pueden entendernos. Da lo mejor de ti siempre que puedas porque el beneficiado principal serás siempre tú.
8. Rodéate de buenos asesores
Este puede ser el mejor consejo que te podemos dar pues nada como el consejo ajeno para avanzar en la vida. Esto significa que debes de estar dispuesto a que te asesoren y entender que el trabajo en equipo siempre puede beneficiarte.
9. El tiempo es valioso
Trata tu entorno académico como si fuera un trabajo de tiempo completo y recuerda en todo momento que su tiempo es igual de valioso que el tuyo: aprovéchalo al máximo.
10. Encuentra una pasantía o alguna oportunidad de trabajos no pagados
Puede ser una pasantía competitiva, o puedes ser voluntario para alguna comunidad. En varias universidades los profesores buscan apoyo para sus investigaciones y es justo con este tipo de relaciones laborales como se detonan futuras oportunidades en el campo en el al que quieres dedicarte.
Texto original: http://goo.gl/M4AJSo
Liderazgo directivo, buenos profesores, clases preparadas, participación de la familia y evaluación permanente, son los factores que identifican a las escuelas efectivas.
En 1966, el Informe Coleman remeció las creencias de los países anglosajones sobre el verdadero aporte de las escuelas, especialmente en los sectores de pobreza. La investigación planteaba que el aprendizaje no dependía de la calidad de la escuela, sino de la escolaridad y estímulo de los padres.
Esta problemática conclusión que anulaba el papel de la escuela en la socialización y enseñanza, tuvo no obstante un efecto vitalizador, porque generó todo un movimiento orientado a demostrar lo contrario, esto es, que la escuela sí podía hacer una diferencia. Una parte de los investigadores enfrentó el informe Coleman de manera más positiva, analizando qué hacían las escuelas cuyos resultados eran consistentes. Nacía de esta manera el movimiento de las escuelas efectivas.
¿Qué tienen en común las escuelas efectivas?
Cinco factores claves fueron entonces identificados, como aspectos comunes en las escuelas que obtienen buenos resultados:
1 Profesor efectivo: maneja los contenidos del currículum, los conoce, los domina, tiene buena metodología para enseñarlos y sabe adaptarse a las distintas realidades de los niños con los que trabaja.
2 Sala de clase efectiva: un espacio agradable, donde los tiempos se utilizan de manera óptima para la enseñanza, donde se hace una normalización de los niños para que estén dispuestos a trabajar bien y se crea un contexto propicio para el proceso de aprendizaje.
3 Relación escuela-familia: se concluyó que no se trataba de escuelas que hicieran cosas por la familia, sino que mantenían con esta una relación centrada en los objetivos de aprendizaje de los niños.
4 Liderazgo: el director está muy implicado en los procesos de aprendizaje y no sólo en administrar la escuela, lo cual significa que ese director sea capaz de observar clases, apoyar a los profesores y monitorear los procesos de enseñanza.
5 Evaluación permanente: revisión regular de auto observación, para evaluar si los objetivos planteados por la escuela se han cumplido en un periodo específico.
Los estudios de eficacia mostraron, además, que un tema importante es la expectativa, lo que en las investigaciones se llamado el Efecto Pigmalión: un profesor con altas expectativas sobre sus estudiantes, ya produce un mejoramiento en los resultados de aprendizaje; un profesor que cree en sus alumnos cambia absolutamente la disposición de ellos a aprender. Y lo mismo pasa en los otros niveles: un director que cree en sus profesores produce un impacto positivo en el trabajo general.
Texto original: http://goo.gl/Af1oIA
When teachers ask students to work on a task in groups, they issue an invitation for engagement and, potentially, for chaos! Here are five tips that can help encourage productivity and keep mayhem at bay.
Theres nothing more frustrating than launching group work and seeing ten hands in the air or (worse) hearing students complain to one another, "What are we supposed to do?" If possible, limit initial verbal explanations to a general overview of the task and process. Then, provide crystal clear, detailed electronic or paper-based directions to each student in the group. Anticipate potential questions and areas of confusion by using a checklist format, providing visuals, or recording instructions for groups to listen to on iPads (this is particularly helpful if you have English learners in your class). Consider instituting a "1-2-3, Then Me" format in which students get one minute to read the directions silently, two minutes to discuss the directions with one another or with other groups, and three minutes to plan their approach to the task before they can ask you for assistance.
Putting students in groups to simply "discuss" is a recipe for disaster. If students have to work toward producing something to turn in, present, or share with another group, they are less likely to linger in off-task conversations. Products should require all group members' participation or contributions. This might involve a graffiti-like poster in the middle of the table on which everyone records ideas, or a graphic organizer that every student completes. If each student is doing his or her own version of the task, announce that you'll be collecting one paper per group, to be revealed at the end of the activity. When time is up, use random criteria, such as "person in the group with the shortest hair" or "person with the birthday closest to the teacher's" to determine whose paper it will be.
Show (don't just tell) students the basic mechanics that are critical to success in your classroom. Maybe it's how to move between stations, the process for using a discussion strategy, or how to talk during a "think-pair-share." Devote the first few weeks of class to conducting dry runs (i.e., students moving from place to place, students retrieving and returning materials, students using technology appropriately, etc.). Use volunteers to act out example and non-example conversations with "elbow partners." Post or provide sentence frames as scaffolds for group dialogue. This kind of up-front investment will pay off when students are able to move, transition, and converse efficiently.
Make students partners, if not primary agents, in keeping tabs on their progress, the time, and the noise level. If groups are producing something tangible, they (and you) can see what they have left to do. Use a decibel reader app (e.g., Decibel 10th, a free app by SkyPaw Co. Ltd), or launch a site like Bouncy Balls (from Google Chrome) for visually appealing ways to gauge the volume of the room. Track time with an online digital stopwatch or another easy-to-see timer. (Try this fun five-minute countdown timer from YouTube.) Make sure to give students less time than you think they need in order to build a sense of urgency. Check in when time is running low to see if groups require more. ("Fist to five -- how many more minutes do you need?") If some groups finish before others, have a next-step question or task ready for students to tackle.
Sometimes group work falters simply because students don't know, like, or respect one another -- yet. Full-class community-building activities are critical; but smaller, deliberately planted, group-level bonding moments also reap rich rewards in helping groups gel, release tension, and exercise courtesy. This might involve using an opening prompt like, "Before you start, share your favorite ice cream flavors," or asking students to fist bump each other as they complete each step of the task. Consider displaying fun anchor questions for students to discuss once they are finished. Anchor questions keep students from drifting into uncharted work or conversations, while providing a structure that lets students stretch beyond the content to discover connections with one another. They can be related to the content or task (e.g., "Where have you seen this topic portrayed in real life or in the media?") or appeal to general interests (e.g., "If you could have any superpower, what would it be and why?").
Teachers are more likely to design and implement meaningful group activities when they have the management strategies to do so. Taking the proactive steps like those we've described can enhance engagement while curbing the chaos.
See original text: http://goo.gl/YXNRYj
El estrés es parte de la vida de un estudiante. De hecho, cualquier estudiante que se preocupa por los exámenes sufre de algún tipo de estrés académico. Sin embargo, debes recordar que el estrés existe por un motivo y que tú eres quién elige si quieres que te afecte negativamente o que te ayude a mejorar tu estudio. Para combatir el estrés primero debes entender las razones que lo causan para así establecer métodos que te ayuden a sentirte mejor cuando éste se presenta. Diversos estudios han puesto de manifiesto algunas explicaciones comunes del estrés académico:
La diferencia entre un estudiante que se siente abrumado por el estrés y otro que lo usa para centrarse y alcanzar mejores resultados es su forma de reaccionar al enfrentarse a dificultades. Los estudiantes que tienen éxito paran, reflexionan sobre sus opciones y eligen el camino que les ayudará a conseguir su objetivo final, en lugar de dejar que todo lo que tienen delante acabe con ellos.
A continuación te presentamos algunas técnicas que puedes usar para apartar esas sensaciones negativas y centrarte en tus objetivos de estudio. Aunque puede que ahora no te encuentres en un momento de estrés, nunca viene mal conocer estos puntos para cuando llegue el momento. ¡Toma nota!
Escuchar música puede generar un entorno de estudio positivo y productivo debido a que mejora tu estado de ánimo y te incentiva a estudiar de manera más efectiva. La música clásica es generalmente recomendada como la mejor para estimular tu cerebro, pero la música ambiental u otro tipo de música también pueden tener esta influencia.
Muchos estudiantes pasan los días previos a los exámenes sentados frente a libros y apuntes sin realizar ninguna otra actividad. Sin embargo, investigaciones científicas han demostrado que realizar ejercicio moderado (como, por ejemplo, dar un paseo) estimulan la memoria y la energía del cerebro.
Puede que esto no te parezca tan sorprendente pero lo que sí lo es, es la cantidad de estudiantes que ignoran los beneficios de crear un horario de estudio personalizado. Con un poco de esfuerzo inicial, tu estudio puede mejorar notablemente en términos de productividad y tú puedes mejorar también tus niveles de motivación al saber a lo que te enfrentas cada día por anticipado. Si eres usuario de GoConqr, nuestro Calendario de Estudio te ayudará a alinear tus objetivos con tu estudio diario. ¡Empieza Ahora!
¿Qué tienen que ver las mascotas con el estrés de los exámenes? Muchas universidades han creado salas de mascotas a la que los estudiantes pueden acudir para combatir el estrés y reducir sus niveles de ansiedad. Jugar con tu mascota puede ayudarte a concentrarte mejor y a calmarte en época de exámenes pero eso sí, ¡no te recomendamos que te lleves tu hámster a la biblioteca! Los plásticos de burbujas, usados para envolver materiales frágiles, son otro remedio casero para aliviar tu ansiedad.
Para algunos alumnos, las horas de sueño son las primeras perjudicadas cuando llegan épocas atareadas en las nos falta tiempo para todo. Sin embargo, los beneficios de una buena noche de sueño no deben de ser subestimados. Desde el punto de vista académico, el sueño ayuda a que tu cerebro asimile la información y la introduzca en tu memoria a largo plazo para que así la puedas recordar cuando llegue el día del examen. Cualquier persona que se haya presentado a un examen sin haber dormido lo suficiente, te podrá hablar de su importancia.
Existen un montón de apps móviles diseñadas para ayudarte a mejorar tu calidad de vida. Por supuesto, el área académica no se queda atrás. Ya sea para organizarte mejor, para mejorar tu aritmética o para aprender inglés, seguro que hay apps que te pueden ayudar. Por nuestra parte, también tenemos nuestra aplicación para iOS y Android. Con ella, podrás sacar el máximo partido a tu tiempo sin importar dónde estés. Además, al descargarte la app tendrás acceso a más de dos millones y medio de recursos creados por profesores y estudiantes de todo el mundo.
La meditación es uno de los medios más efectivos para tomarnos un descanso y mirar al estrés desde una perspectiva diferente. Por tanto, practicar algún tipo de meditación nos ayudará a concentrarnos mejor al mismo tiempo que mejora nuestra salud de cara al estrés pre-exámenes.
Lo creas o no, esto es 100% verdad. El chocolate negro con más de 70% de cacao lucha contra el cortisol, la hormona asociada con el estrés, y tiene un efecto relajante en el cuerpo. Además, el chocolate libera endorfinas que actúan como un reductor natural del estrés.
Algunas veces, necesitas hablar con alguien y, otras, necesitas gritar y liberarte de toda la presión que llevas dentro. ¡Descubre lo que necesitas y libérate! Hablar con un amigo o familiar puede ayudarte a ver las cosas de otra manera y a obtener el extra de energía que necesitas para superar el estrés.
Seguro que ni siquiera te das cuentas del número de veces que miras Facebook, Instagram, Twitter o cualquier otra red social durante el día. Cuando sumas todas estas veces, acumulas una cantidad de tiempo considerable que malgastas durante tu día. Puede ser complicado aislarte de todo mientras estudias pero mantener en mente tu objetivo final y el tiempo que te queda puede ayudarte a concentrarte. En este sentido, te recomendamos que pruebes la app SelfControl, que te ayuda a bloquear webs que te pueden distraer.
Texto original: http://goo.gl/FtXBtu
A veces los estudiantes se confían cuando estudian muchas horas, pero realmente la cantidad de tiempo no tiene nada que ver, lo importante ante el estudio es la calidad de tiempo. Siempre les digo a mis alumnos que es mucho mejor estudiar 2 horas bien aprovechadas que 6 que no sirven de nada. Hoy quiero hablarte sobre los malos hábitos en el estudio que debes estudiar para que no afecte a tu rendimiento.
Cuando los estudiantes no retienen bien la información es porque no están estudiando de forma eficaz por lo que resulta muy importante aprender a estudiar correctamente evitando los malos hábitos. Muchos estudiantes pueden llegar al examen con sensación de haber estudiado mucho pero luego los resultados no son los adecuados, esto es a causa de los malos hábitos que deben desaparecer. ¡No pierdas detalle para que no te ocurran estos dos malos hábitos!
La lectura única del texto no es la forma adecuada de estudiar porque no se trata de un libro de ocio, sólo leer es un estudio pasivo. Para poder estudiar eficazmente tendrás que emplear un estudio activo todo el tiempo. Para estudiar bien hay que trabajar la información mediante la lectura, la escritura, los esquemas, las preguntas y la memoria. ¡Es la única manera para poder recordar!
Si no planificas el estudio de forma óptima será muy difícil entender la totalidad del rendimiento académico. Cada tema que estudies necesitará una estrategia porque no es lo mismo estudiar matemáticas que humanidades. Así mismo la estructura tendrá que ser muy clara para estudiar porque sin un orden el cerebro no podrá procesar la información de forma correcta.
Es muy importante que también tengas un orden en todos tus apuntes, que sigas una dieta equilibrada para que no te falten nutrientes y que además recuerdes siempre que la calidad siempre será mejor que la cantidad en cuanto las horas de estudios.
Actualmente hay alumnos que toman notas directamente en la computadora porque les resulta más fácil escribir ya que teclear puede resultar más rápido que escribir. Pero a día de hoy hay alumnos que prefieren utilizar el estilo tradicional y utilizar su puño y letra para tomar apuntes en clase. ¿Tú cómo los tomas?
Pero independientemente del estilo que tengas para tomar apuntes en clase es importante que sepas algunos aspectos de cómo tomarlos, porque el método de hacerlo está bien porque será con el que más cómodo te encuentres, pero deberás tener en cuenta algunos detalles para que la información que el profesor te ofrece no quede en el olvido.
Muchos alumnos se dedican a tomar apuntes palabra por palabra de lo que dice el profesor y esto tiene sus ventajas y sus desventajas. Si escribes palabra por palabra lo que tu profesor dice en clase tendrás toda la información en tus apuntes, pero ¿has podido retener la información que te decía o simplemente te limitabas a escribir y escribir?
¡Cuidado con esto! No está mal que tengas todas sus palabras escritas, de hecho es bueno para cuando tengas que estudiar pero es malo que pienses que estudiar sus palabras tal cual es algo bueno para el examen esto no es así.
Para que los apuntes que tomes en clase tengan sentido, además de escuchar con atención y tomar apuntes de lo más importante, tendrás que al acabar la clase revisar todas tus notas e intentar relacionar la información. Además te aconsejo que si es necesario te hagas tus resúmenes y esquemas para poder tener la información bien ordenada y si hay algo que se te haya escapado o que veas que no tiene mucho sentido le puedas preguntar al profesor para que no te quede ningún contenido en el aire.
Texto original: http://goo.gl/GgA8oV
Estudiar de memoria los libros de texto está pasado de moda. Además, los resultados no suelen ser muy prometedores. Por suerte, existen muchas otras técnicas de estudio más divertidas y dinámicas que, además, pueden mejorar nuestros resultados y rendimiento.
1. Subrayar
Subrayar la parte más importante del temario es una de las técnicas de estudio más sencillas y conocidas. Se trata simplemente de destacar las partes más significativas del texto usando distintos colores. Lo ideal es hacer primero una lectura comprensiva y subrayar lo más notable para, posteriormente, proceder al estudio.
2. Realiza tus propios apuntes
Realizar apuntes es una de las técnicas de estudio más extendidas junto con subrayar. Se trata de resumir lo más destacable con nuestras propias palabras para así recordarlo más fácilmente. En la mayoría de las ocasiones, la clave es ser capaz de resumir el contenido al máximo, pero sin dejar fuera ningún dato clave. A la hora de crear nuestros propios apuntes, podemos hacerlo al modo tradicional con lápiz o papel o con herramientas online.
3. Mapas Mentales
Otro clásico. Crear un mapa mental es la mejor manera para resumir y organizar nuestras ideas. Un buen mapa mental puede ahorrarnos muchas horas de estudio y consolidar nuestros conocimientos de cara al examen.
4. Fichas de Estudio
El uso de fichas de estudio es un método de aprendizaje especialmente eficaz a la hora de asimilar datos concretos, fechas, números o vocabulario. Por tanto, materias como Historia, Química, Geografía o cualquier idioma son mucho más fáciles si incluimos las fichas de estudio entre nuestras técnicas de estudio. Con las fichas de estudio convertimos la memorización en un proceso más divertido. Además, las fichas de estudio online nos permiten ahorrar mucho trabajo a la hora de crearlas y se pueden consultar fácilmente.
5. Ejercicios/Casos prácticos
En ocasiones es difícil asimilar la teoría de algunas materias de estudio. Sin embargo, realizar ejercicios y casos prácticos puede ayudarnos a visualizar la teoría y a que asimilemos los conocimientos de manera más sencilla. Esto es especialmente útil en asignaturas como Matemáticas, Física, Derecho y, en general, todas aquellas que involucren problemas y/o números. Por tanto, puede ser una buena idea realizar casos prácticos a la vez que estudiamos la teoría. De esta manera podremos comprender mejor su aplicación y lo que realmente nos están trasmitiendo todas esas letras.
6. Tests
Los tests son una excelente manera de repasar en los días u horas previas a un examen. Con los tests podemos comprobar que áreas llevamos mejor y cuáles peor, para así centrar los esfuerzos donde sea necesario. Además, si compartimos exámenes con nuestros compañeros para ponernos a prueba mutuamente, podemos descubrir detalles importantes que hemos obviado. Por ello, sin duda os recomendamos crear tests e intercambiarlos con tus compañeros como una de las técnicas de estudio previas al examen.
7. Brainstorming
Otra de las técnicas de estudio que podemos realizar en grupo. El brainstorming consiste en una reunión de un grupo de personas que realiza una lluvia de ideas sobre un determinado tema. El brainstorming puede ser especialmente útil a la hora de realizar trabajos en grupo, para así considerar diferentes ideas y perspectivas. Sin embargo, también puede ser útil para estudiar de cara a un examen para así resolver dudas y llegar al fondo de la materia. En ambos casos, el uso de mapas mentales facilita este proceso de organización de ideas.
8. Reglas Mnemotécnicas
Las reglas mnemotécnicas son especialmente útiles a la hora de memorizar listas y conjuntos. Las reglas nmemotécnicas funcionan básicamente asociando conceptos que tenemos que memorizar con otros que son más familiares para nosotros. Hay muchas maneras de realizar reglas mnemotécnicas y depende mucho de la persona. Un ejemplo sería la palabra inventada FECTES para recordar los distintos tipos de desempleo (Friccional, Estacional, Cíclico, Tecnológico, Estructural y Shock estructural).
9. Organizar el Estudio
Una de las técnicas de estudio más efectivas pero que a menudo pasamos por alto consiste simplemente en organizar nuestro estudio. Establecer un calendario de estudio teniendo en cuenta nuestros objetivos y el tiempo que tenemos disponible es el primer paso hacia el éxito.
10. Dibujos
Muchas personas cuentan con una buena memoria visual, por lo que son capaces de memorizar mejor los conceptos cuando están asociados a imágenes o dibujos. Por tanto, acompañar nuestro estudio de estos recursos visuales puede ser una gran idea, especialmente para asignaturas como Geografía, Ciencias, Arte o Historia. Otro recursos que ayuda a la memoria visual son losmapas mentales (ver punto 3).
Muchas de estas técnicas de estudio no son nuevas sino que son de sobra conocidas por estudiantes. Sin embargo, lo que sí es nuevo es la manera en la que las podemos poner en práctica, ya que hoy en día existe mucha tecnología a nuestra disposición.
Texto original: http://goo.gl/Dg7sjB
En todo proceso de aprendizaje interviene el razonamiento, proceso mental por el cual las personas tienen la capacidad para resolver problemas. Por eso la importancia de desarrollar y mantener activa esta habilidad.
El razonamiento lógico es el proceso mental que implica poner en práctica la lógica para analizar si cierta premisa es verdadera, falsa o posible. Hay dos tipos de razonamiento lógico: el razonamiento deductivo (en el que sólo interviene la lógica) y el razonamiento inductivo (donde puede intervenir la probabilidad y las hipótesis).
El razonamiento nos permite ampliar nuestros conocimientos sin tener que apelar a la experiencia. También sirve para justificar o aportar razones en favor de lo que conocemos o creemos conocer. En algunos casos, como en las matemáticas, el razonamiento nos permite demostrar lo que sabemos (razonamiento cuantitativo).
Cuando un estudiante tiene una capacidad y agilidad lógica, le será más fácil adquirir conocimientos o incluso generar conocimientos por sí mismo. Por eso compartimos estas apps, para que tus alumnos, hijos o tu mismo practiquen y mejoren su razonamiento lógico de manera divertida.
Lumosity: se trata de un programa personalizado de acuerdo con tus propias habilidades, edad y antecedentes, que además permite monitorear los avances en áreas como atención, memoria y velocidad mental. Disponible para iOS y Android.
Fit Brains: esta app, desarrollada por los creadores del popular Rosetta Stone, contiene 24 juegos diseñados para mejorar la memoria, la agilidad mental, la concentración, la resolución de problemas y la inteligencia visual-espacial. Disponible para iOS y Andorid.
Sprinkle Junior: esta divertida app esta pensada para los más pequeños, se trata de diversos retos basados en la lógica y la física, ideal para desarrollar la capacidad de deducción de los niños, su razonamiento lógico y su nivel de concentración. Disponible para iOS y Android.
Clockwork Brain: esta app incluye diferentes minijuegos con los que podremos ejercitar diferentes partes del cerebro, desde la inteligencia visual y espacial, la memoria, el lenguaje y la aritmética. Consiste en armar rompecabezas y acertijos de menor a mayor dificultad. Disponible para iOS.
Crucigramas en Español: resolver crucigramas es una excelente manera de mantener activo tu cerebro, además de mejorar tu vocabulario. Disponible para iOS y Android.
Cross Fingers: un juego de rompecabezas basado en el antiguo juego chino Tangram donde tendremos que ir moviendo piezas de madera utilizando nuestra destreza lógica y creatividad. Al principio parecera fácil pero mientras se avanza en los niveles la dificultad aumentará. Disponible para iOS y Android.
Sudoku: este popular juego japonés ayuda a la memoria y la concentración, además de que permitirá a los niños a acercarse de manera divertida a las matemáticas y la aritmética básica. Disponible para iOS y Android.
Mind Games: es un conjunto de juegos para entrenar y poner a prueba tanto la inteligencia como la memoria. Hay juegos en los que tendrás que analizar figuras y anticiparte a la máquina, juegos de memoria visual, de recordar palabras, de habilidades aritméticas; además podrás ver tus estadísticas y tu evolución para poder observar tus mejoras. Disponible para iOS y Android.
Rompecabezas con cerillos: un juego en el que con un número específico de cerillos tendrás que formar diferentes figuras geométricas, un juego que pondrá a prueba tu lógica, tu creatividad y tu paciencia. Disponible para iOS y Android.
Apensar: una aplicación divertida que pone a prueba tu ingenio y tu rapidez mental, en ella encontrarás 407 niveles de acertijos de palabras que tendrás que resolver en el menor tiempo posible. Además puedes competir con tus amigos. Disponible para iOS y Android.
Texto original: http://goo.gl/uo5dHq
I've had first days in the classroom that were pure poetry and others that were pure... well, you know. There are things out of our control that can make that first day a tough one for sure. But there are also things we can do beforehand to set the stage for success.
As I reflect, those great first days were usually after a summer where I spent extra time setting up, designing bordering for student work displays, dusting each individual book in the classroom library, fine-tuning and perfecting those beginning lessons: the handouts, the pacing, and the mini-lessons.
And then there have been a few times where I really, I mean really, dove headfirst into enjoying my summer, returning from an island or road trip just days before the start of the new school year.
And you know what? Both scenarios are great.
Although we're probably a lot less nervous that first day the more prepared we are. I also know students will have a better initial impression of me with that first scenario.
If we are rested, relaxed, and ready it will show, and it helps keep the kids calm and focused. (And let's face it, as anxious as we teachers are that first day, the students are much more nervous than we could ever imagine.)
And oh, those first impressions -- they stick like gum on hot asphalt. So here are some tips for giving the best impression, Day One:
#1 Be Organized, Tidy, and Ready
This will immediately stand out to students. Wow, supplies are all organized and labeled, books are on shelves, and look at her desk! Everything has its place and all is in order.
Be sure to also have ready your procedures and hard rules (no gum chewing or cell phones) so you can share them at the very start of the day. This will avoid that preventable and awkward moment with a new student.
#2 Have Too Much and Too Many of Everything
Make extra copies, just in case. There is really nothing worse than being one or two copies short. Panic! Need name tags or construction paper? Get the extra large pack (you can use the leftovers for another project). Have a surplus of pens or pencils handy for those kids who have already misplaced or lost theirs.
#3 Overplan the Lesson
Timing is everything. And the last thing you want is for there to be six minutes left before the lunch bell and have little to nothing for students to do. You don't want them to see you scrambling for a sponge activity not connected to the prior teaching so overplan the day. And the best part about this? You'll have most of the next lesson already done.
#4 Rehearse
If your "welcome to this class" speech includes new material (a new procedure or content -- something you've never introduced before), practice. If you are a new teacher, this is imperative. By rehearsing, this gives you an idea on pacing, one of the greatest challenges for most beginning teachers.
If you are using technology, arrive early to make sure all is in place and working.
#5 Be Ready for Anything and Everything
Don't think you will need the dean's or assistant principal's phone extension that first day, or that replenished first-aid kit, or have to directly address name-calling with a student five minutes after the bell? We wish, but unfortunately, it happens. I had the experience one first day of breaking up a fight between two students -- such a bummer, but sometimes a sad fact. Students will be impressed if something goes awry and you handle it quickly, and with wisdom and grace.
#6 Start Learning Names Immediately
The sooner you dive in on this task the better! I am a visual learner so making a seating chart right away and using their names as much as possible helps. Here's some further suggestions and techniques that you might find helpful. Many teachers will tell you that getting names down as soon as possible helps with discipline and, sure, this is true. However, I believe that rather than assisting in an authoritative way, it more importantly sends the message loudly and clearly that you are interested and that you care.
First Impressions of Students
That first day, a student sometimes enters the room too loudly, says something slightly abrasive, or ignores an instruction. Then comes Tuesday morning, and it's my job to wipe the slate clean. Modeling forgiveness and kindness and giving a kid a second (third, fourth...) chance is part of the job of a teacher.
Over the years, I've also heard a good number of teachers talk about how they don't like to get any information from former teachers about incoming students. I was one of those teachers as well. Every child deserves a chance to make a new first impression.
See original text: http://goo.gl/ydjK31
El éxito de nuestro trabajo en el salón de clases no siempre depende de la dedicación y esfuerzo que le damos a la organización, planificación e investigación de nuestras actividades. La heterogeneidad de los estudiantes propone una tarea aún más difícil, pues se deben atender las necesidades e intereses particulares de cada alumno.
Es por eso que el momento crítico en el proceso pedagógico no se da en las horas fuera de clase, en las horas de preparación docente, sino en el horario de clases, frente a grupo. Es en este momento que se pone a prueba todos nuestros conocimientos y habilidades como docentes. Nadie dice que sea fácil y en esta publicación no pretendemos darte la fórmula mágica para lograrlo, tan solo proponemos una serie de consejos prácticos que pueden hacer más fácil tu labor y generar una relación afectiva y efectiva entre alumnos y maestros, que a la larga se verá reflejado en un mejoramiento en el desempeño escolar.
1. Encuentra la emoción del conocimiento. Si buscas que la información que estás transmitiendo llegue y se quede en tus alumnos, debes encontrar alguna forma de pasión en la materia que impartes. Demuéstrale a tus alumnos, a través de tu discurso, que aquello que les estás enseñando tiene un valor no sólo académico sino también uno práctico. Este tipo de emoción es muy contagioso y lograrás que el ambiente se transforme a uno más receptivo y que tus alumnos creen un lazo afectivo contigo y con la materia.
2. Mantén la mente abierta ante la diversidad. Estar frente a un grupo es enfrentarse a una gran cantidad de contextos, historias, capacidades, habilidades, tradiciones y juicios. Es necesario que, como docente, comprendas que no existe una sola realidad si no un sinfín de puntos de vista y paradigmas que debemos aceptar. Todos tienen el derecho de expresar sus opiniones, como maestro lo único que podemos hacer es mantener un ambiente de respeto y tolerancia.
3. Ve más allá de lo que ven tus ojos. Debemos recordar que cada alumno es una persona con sus particularidades, con un nivel cognitivo distinto, con más o menos experiencias personales y académicas, elementos que pueden tanto interferir como favorecer el proceso de aprendizaje. Habrá momentos en los que ciertos alumnos no alcancen los niveles que desees, es aquí cuando la tarea docente debe ser analizar el por qué del rezago y hacer algo al respecto. Siempre se debe ayudar antes de reprimir.
4. Aprovecha todos los recursos posibles. Si al explicar con palabras la información no es suficiente para que ésta sea comprendida por todos, vuelve a explicarlo con otras palabras. Si esto no funciona puedes recurrir a imágenes o videos como material de apoyo. Si esto no funciona deberás encontrar más recursos, otras formas de acercamiento a la información, etc. Lo bueno es que hoy en día hay una gran variedad de recursos a nuestra disposición que puedes utilizar. Lo único que debes recordar es que volver a explicar no es repetir textualmente, es utilizar el plan B o el C.
5. Demuestra el valor agregado del conocimiento. Nunca debemos decir que lo que se está aprendiendo es importante porque estará en el examen. El conocimiento si es importante, pero no por esa razón, le debemos demostrar a los estudiantes que esto que les estamos transmitiendo tiene una utilidad que le será útil para el resto de su vida. Esto es lo que lo enganchará y le hará querer aprenderlo y hacerlo suyo. El secreto es generar una necesidad de conocimiento: si no aprendes matemáticas nunca podrás ahorrar dinero y comprar todos los juegos o dulces que quieres.
Texto original: http://bit.ly/1GgrSEZ
Saber escribir bien, conocer las reglas de ortografía y redacción, es indispensable para poder triunfar en el mundo profesional. Aquí te damos algunos consejos para corregir o mejorar tu forma de escribir.
Para escribir se necesita una hoja de papel, una pluma y algo que se quiera decir. Pero el qué se quiere decir siempre debe de tener un modo, o si no el mensaje mismo puede sufrir. Escribir mal una palabra, colocar mal un signo de puntuación, falta de lógica en lo escrito, dice mucho de nuestra educación y de nosotros como persona.
Te compartimos algunos consejos que puedes poner en práctica para mejorar tu escritura.
1. ¿Qué quieres decir? El primer paso, incluso antes de empezar a escribir, es saber qué es lo que quieres decir, a quién lo quieres decir, y cómo vas a decirlo. Esto ayudará a que tu texto tenga una congruencia y lógica, haciendo que tus opiniones se comuniquen con mayor facilidad. Hazte estas preguntas antes de comenzar: ¿Qué quiero decir? ¿Cuál es el argumento central de mi texto? ¿Para quién es mi texto? ¿Por qué lo quiero escribir? y ¿Cómo lo quiero comunicar?
2. Conoce a tu lector. El estilo del texto depende a quién vaya dirigido. Un texto académico debe ser serio, bien fundamentado, siguiendo las estructuras de los géneros, la redacción y ortografía debe ser impecable, etc. Si, en cambio, se trata de una carta personal el tono puede ser humorístico, con un vocabulario casual, incluso se pueden utilizar abreviaciones coloquiales.
3. Atrápalos con el título. La primera frase de cualquier texto es el título, y es éste el que debe atraer y cautivar la atención del lector. Se aconseja que sea sencillo, relacionado con el tema y que cree interés.
4. No olvides la estructura. La mayoría de los textos escritos tienen una estructura predeterminada, y más cuando se tratan de trabajos escolares o presentaciones profesionales; es importante conocer la estructura básica de ellos, incluso cuando se realiza un texto creativo es importante que tenga una estructura reconocible para su lector. La estructura es la base que da coherencia al texto y permite que los otros puedan acceder a cualquier texto sin problema.
El ensayo es el tipo de texto más utilizado, recuerda que su estructura es la siguiente:
5. Respeta el ordena de las oraciones. El orden básico de una oración es sujeto-predicado. Recuerda que el sujeto y el verbo nunca deben estar separados por una coma. Es común encontrar oraciones muy extensas en las que se difumina esta estructura y provoca confusión, es preferible construir frases cortas y concisas.
6. Los signos de puntuación son importantes. La puntuación es una herramienta esencial para dar claridad y fluidez a la lectura de tus ideas. Las confusiones ocurren, en su mayoría, por el mal o nulo uso de los signos de puntuación.
A continuación una lista de los signos de puntuación más utilizados y cuando deben ser utilizados:
7. Procura tener un vocabulario variado. Repetir las mismas palabras o frases a lo largo del texto o incluso dentro del mismo párrafo puede aburrir o desinteresar a tu lector. Una manera de lograr esto es recurrir al uso de sinónimos; si no eres bueno con esto, hay muchos diccionarios en línea que te pueden ayudar:
8. Utiliza nexos. Es importante que tus oraciones y párrafos estén bien relacionados unos con otros, pues esto evita interrupciones bruscas entre una idea y la siguiente; además cuando son bien utilizados facilitan la tarea de escritura. Los más frecuentes son: y, que, ya, pero, sino, sin embargo, es decir, esto es, mientras que, como, de tal modo, por lo que, aunque.
9. No uses adjetivos de más. Si bien los adjetivos sirven para hacer un texto más descriptivo, en el extremo, resultan abrumadores. Pero ¿cómo saber cuando son o no son necesarios?, hazte las siguiente preguntas: ¿El adjetivo describe de manera adecuada al sustantivo? Si la respuesta es sí, ¿es preciso ese adjetivo para que el lector comprenda la idea?
10. Sé preciso. Evita el uso de palabras vagas o genéricas como: cosa, algo, asuntos, bueno o rico para referirte a objetos o situaciones. La gran mayoría de estas palabras pueden ser sustituidas por una palabra más precisa que comunique mejor la idea.
Texto original: http://bit.ly/1GW2NiX
Hay muchos métodos de estudio, pero suelen enfocarse en su mayoría a la memorización, pero aprender no es lo mismo que memorizar. Si quieres mejorar la forma en la que estudias primero es necesario entender las bases y los patrones que se esconden detrás de la memoria, aquí te ayudamos.
Pasar horas frente a los libros o los apuntes es la práctica más común cuando se quiere estudiar. La realidad es que la capacidad de concentración de una persona comienza a disminuir a partir de los 25 minutos, por lo tanto es más efectivo realizar sesiones de estudio más cortas intercaladas con periodos de descanso. De esta manera, la concentración y, por ende, la capacidad de aprendizaje serán mucho mayores.
Una técnica que puedes utilizar es el Método Pomodoro: consiste en 25 minutos de concentración máxima y sin distracciones, al término de la cual se toman 5 minutos de descanso, para después volver a empezar el ciclo. Lo que esta técnica pretende es maximizar el tiempo de trabajo al buscar un equilibrio entre productividad y concentración.
Unas de las claves para estudiar mejor es aprender la diferencia entre leer y entender. No es suficiente leer o releer los libros de texto o tus apuntes, es necesario aprender a sacarle provecho a aquello que leemos. Entender, clasificar y diferenciar son las habilidades que un buen estudiante debe conocer. Esto convertirá grandes cantidades de texto en grandes cantidades de contenidos.
Un primer paso para lograr que tu lectura sea de mejor calidad son el skimming y el scanning, dos técnicas que te permitirán primero comprender las ideas generales de un texto para después enfocarte en las palabras clave para tener una comprensión profunda. Es prudente mencionar que estás técnicas no deben utilizarse por separado, pues pueden entorpecer la comprensión; deben ser parte de un proceso completo de lectura y análisis.
A Einstein se le atribuye la frase si no eres capaz de explicarle algo a un niño de 5 años es porque no lo entiendes del todo, y aunque puede tener sus críticas hay mucha verdad detrás de estas palabras. Se sabe que el cerebro entiende y aprende conceptos cuando es capaz de destilarlos hasta su esencia misma.
Un buen método es crear grupos de estudio, y que cada integrante exponga un tema como si estuviera dando una clase. Esto ayudará de dos maneras: primero se tendrá que revisar los apuntes para crear un breve guión con la información importante, lo cual reforzará los conocimientos; y segundo, podrás localizar los conceptos en los cuales fallas o tienes dudas, pues se tendrán problemas o se sentirá una falta de confianza al tratar de explicarlos.
La memoria humana es una habilidad compleja y de suma importancia para los seres humanos, por eso no debemos descartarla por completo al momento de estudiar. Eso sí, no se debe priorizar este método, sino utilizarse como una herramienta para potenciar el aprendizaje.
La memoria tiene un factor visual muy significativo, por lo tanto si se quiere facilitar esta capacidad, los patrones o las repeticiones son un buen método para fijar conocimientos. Al momento de estudiar se recomienda crear mapas conceptuales u ordenar la información de cierta manera que nos facilite reconocerla, asimilarla y memorizarla. Otra buena técnica es la mnemotecnia, diferentes métodos que consisten en tomar ciertos conceptos o palabras claves y organizarlos bajo cierto orden que los relacione unos con otros, por ejemplo crear una breve historia, frases chistosas, tomar las primeras letras de casa concepto y relacionarlas con otras palabras más sencillas, etc.
Una manera de aprender y memorizar casi sin darte cuenta es realizar algún tipo de actividad práctica relacionada con la información. Esta noción es la que se esconde detrás de las tareas escolares, aunque últimamente esta actividad parece estar desvirtuada y se utiliza más como un trabajo mecánico que un trabajo de comprensión y aplicación del conocimiento. Hacer redacciones, resolver problemas, escribir un breve ensayo, esquematizar o simplemente ordenar términos en orden alfabético son procesos que ayudan tanto a la memorización como a la relación de conceptos.
Cuando una persona duerme, el cerebro comienza la etapa de mayor funcionamiento en el cual se da el proceso de relacionar lo sucedido durante el día. Cuando se sueña, todas las ideas, nociones, conceptos o teorías que se encuentran revoloteando libremente por la cabeza empiezan a ordenarse y relacionarse unas con otras. Neurológicamente hablando, es en este momento en el que el cerebro crea las conexiones neuronales que producen el conocimiento. Para facilitar estas conexiones, puedes hacer un breve repaso de la información justo antes de dormir y listo, el resto del trabajo lo realizará tu cerebro sin que tu te des cuenta.
Texto original: http://bit.ly/1LLv4Kf